AGOSTO 2020
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SÁBADO 29

El Martirio de San Juan Bautista

Rojo Memoria MR, p. 822 (812) / Lecc. II, pp. 741 Y 1113 LH, Vísperas I del domingo: 2a. Semana del Salterio Tomo IV: pp. 806 Y 154; Para los fieles: pp. 555 Y 412; Edición popular: pp. 108 Y 477

Otros santos: Eufrasia del Sagrado Corazón de Jesús, religiosa de la Congregación de la Madre del Carmen; María de la Cruz (Juana Jugan), virgen fundadora. Beato Edmundo Ignacio Rice, laico fundador.

LA PRODUCTIVIDAD
1 Cor 1,26-31; Mc 6, 17-29

El relato parabólico de la entrega de monedas, seguida de la entrega de cuentas tiene algunas diferencias en cuanto a los detalles entre los sinópticos. En primer lugar, varía el número de empleados -tres en Mateo, diez en Lucas- que participan del encargo; cambia la cantidad de dinero entregado; sin embargo, coinciden en lo esencial: los resultados. El primero obtiene un rendimiento notable, el segundo moderado y el tercero nulo. La reacción del patrón nos permite entender que no importa tanto la cuantía de la ganancia conseguida, sino la voluntad y el esfuerzo de acrecentar los dones recibidos. La pereza, la apatía y la dejadez son inadmisibles a los ojos de Dios. Las capacidades que nos ha entregado tendrán que rendir frutos para que la comunidad se beneficie de la derrama de bendiciones que Dios nos encarga compartir.

ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 118, 46-47

Sin temor alguno he expuesto tu ley ante los reyes y he repetido tus preceptos porque en verdad los amo.

ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, tú que quisiste que san Juan Bautista fuera el Precursor del nacimiento y de la muerte de tu Hijo, concédenos que, así como él dio la vida como testigo de la verdad y la justicia, también nosotros luchemos con valentía en la afirmación de tu verdad. Por nuestro Señor Jesucristo ...

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

Dios ha elegido a los débiles del mundo.

De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 1,26-31

Hermanos: Consideren que entre ustedes, los que han sido llamados por Dios, no hay muchos sabios, ni muchos poderosos, ni muchos nobles, según los criterios humanos. Pues Dios ha elegido a los ignorantes de este mundo, para humillar a los sabios; a los débiles del mundo, para avergonzar a los fuertes; a los insignificantes y despreciados del mundo, es decir, a los que no valen nada, para reducir a la nada a los que valen; de manera que nadie pueda presumir delante de Dios.
En efecto, por obra de Dios, ustedes están injertados en Cristo Jesús, a quien Dios hizo nuestra sabiduría, nuestra justicia, nuestra santificación y nuestra redención. Por lo tanto, como dice la Escritura: El que se gloria, que se gloríe en el Señor. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL

Del salmo 32,12-13.18-19.20-21.
R/. En el Señor está nuestra esperanza.

Feliz la nación cuyo Dios es el Señor; dichoso el pueblo que escogió por suyo. Desde el cielo el Señor, atentamente, mira a todos los hombres. R/.
Cuida el Señor de aquellos que lo temen y en su bondad confían; los salva de la muerte y en épocas de hambre les da vida. R/.
En el Señor está nuestra esperanza, pues él es nuestra ayuda y nuestro amparo; en el Señor se alegra el corazón y en él hemos confiado. R/.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Mt 5, 10
R/. Aleluya, aleluya.

Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los cielos, dice el Señor. R/.

EVANGELIO

Quiero que me des ahora mismo, en una charola, la cabeza de Juan el Bautista.

Del santo Evangelio según san Marcos: 6, 17-29

En aquel tiempo, Herodes había mandado apresar a Juan el Bautista y lo había metido y encadenado en la cárcel. Herodes se había casado con Herodías, esposa de su hermano Filipo, y Juan le decía: "No te está permitido tener por mujer a la esposa de tu hermano". Por eso Herodes lo mandó encarcelar. Herodías sentía por ello gran rencor contra Juan y quería quitarle la vida, pero no sabía cómo, porque Herodes miraba con respeto a Juan, pues sabía que era un hombre recto y santo, y lo tenía custodiado. Cuando lo oía hablar, quedaba desconcertado, pero le gustaba escucharlo.
La ocasión llegó cuando Herodes dio un banquete a su corte, a sus oficiales y a la gente principal de Galilea, con motivo de su cumpleaños. La hija de Herodías bailó durante la fiesta y su baile les gustó mucho a Herodes y a sus invitados. El rey le dijo entonces a la joven: "Pídeme lo que quieras y yo te lo daré". Y le juró varias veces: "Te daré lo que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino".
Ella fue a preguntarle a su madre: "¿Qué le pido?". Su madre le contestó: "La cabeza de Juan el Bautista". Volvió ella inmediatamente junto al rey y le dijo: "Quiero que me des ahora mismo, en una charola, la cabeza de Juan el Bautista".
El rey se puso muy triste, pero debido a su juramento y a los convidados, no quiso desairar a la joven, y enseguida mandó a un verdugo que trajera la cabeza de Juan. El verdugo fue, lo decapitó en la cárcel, trajo la cabeza en una charola, se la entregó a la joven y ella se la entregó a su madre.
Al enterarse de esto, los discípulos de Juan fueron a recoger el cadáver y lo sepultaron. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Por estos dones que te presentamos, concédenos, Señor, seguir rectamente tus caminos, como enseñó san Juan Bautista, la voz que clama en el desierto, y confirmó valerosamente derramando su sangre. Por Jesucristo, nuestro Señor.

PREFACIO

La misión del Precursor.

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.
Porque en la persona de su Precursor, Juan el Bautista, alabamos tu magnificencia, ya que lo consagraste con el más grande honor entre todos los nacidos de mujer.
Al que fuera, en su nacimiento, ocasión de gran júbilo, y aun antes de nacer saltara de gozo ante la llegada de la salvación humana, le fue dado, sólo a él entre todos los profetas, presentar al Cordero que quita el pecado del mundo.
Y en favor de quienes habrían de ser santificados, lavó en agua viva al mismo autor del bautismo, y mereció ofrecerle el supremo testimonio de su sangre.
Por eso, unidos a los ángeles, te alabamos continuamente en la tierra, proclamando tu grandeza sin cesar: Santo, Santo, Santo ...

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Jn 3. 27. 30 4

Refiriéndose a Jesús, Juan Bautista decía a sus discípulos: Es necesario que él crezca y que yo venga a menos.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Al celebrar el martirio de san Juan Bautista, concédenos, Señor, venerar el misterio de los sacramentos de salvación que hemos recibido y alegrarnos por sus frutos. Por Jesucristo, nuestro Señor.