LUNES 27

Verde De Feria, Misa Por la santificación del trabajo humano MR, p. 1134 (1126) / Lecc. II, p. 612

Otros santos: Celestino I, XLIII papa; María de la Pasión, religiosa de la Congregación de las Crucificadas Adoratrices de la Eucaristía. Beata María Magdalena (Margarita) Martinengo, religiosa de la Orden de las Clarisas Capuchinas.

EL CINTURÓN Y LA LEVADURA
Jer 13, 1-11; Mt 13,31-35

Ambas lecturas recogen textos parecidos. Jeremías nos relata un episodio dramático en su vida. Dios lo invita a realizar una dramatización con un alto contenido crítico. Asemejando a Dios con una persona que se ata un cinturón, nos ayuda a descifrar el mensaje de fondo. Dios se ciñó al pueblo de Israel a fin de que resplandeciera ante los demás pueblos como una nación sabia y justa. La elección entraña responsabilidades. Cuando no se cumple la tarea asignada, el cinturón se vuelve inservible. La elección carece de sentido porque se convierte en un privilegio y no en una responsabilidad. En esa tónica, la parábola de la levadura, nos recuerda que la vida cristiana es un regalo que Dios nos ofrece con la intención de que hagamos fructificar los dones divinos en beneficio de la comunidad cristiana y de la sociedad en general.

ANTÍFONA DE ENTRADA Gn 1,1.27.31

En el principio creó Dios el cielo y la tierra. Y creó al hombre a su imagen. Vio Dios todo los que había hecho y lo encontró muy bueno.

ORACIÓN COLECTA

Señor Dios, creador de todas las cosas, que ordenaste al ser humano cumplir con los deberes del trabajo, concédenos que las labores que ahora iniciamos contribuyan al mejoramiento de esta vida y sirvan por tu bondad, a la extensión del Reino de Cristo. Por nuestro Señor Jesucristo ...

O bien:

Señor Dios, que por el trabajo humano perfeccionas y diriges constantemente la inmensa obra de la creación, oye las plegarias que te dirige tu pueblo, suplicante, y concede que todos los hombres gocen de un trabajo digno en el que, honrando su propia condición humana, puedan, más estrechamente unidos, servir a sus hermanos. Por nuestro Señor Jesucristo ...

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

Este pueblo será como este cinturón, que no sirve para nada.

Del libro del profeta Jeremías: 13,1-11

El Señor me dijo: "Ve a comprar un cinturón de lino y póntelo en la cintura, pero no lo metas en el agua". Compré el cinturón y me lo puse en la cintura, según la orden del Señor.
Entonces el Señor me habló por segunda vez y me dijo: "Toma el cinturón que compraste y que llevas puesto en la cintura, levántate y vete al río Éufrates y escóndelo ahí, en el agujero de una roca". Fui y lo escondí en el Éufrates, como me había ordenado el Señor.
Al cabo de mucho tiempo, me dijo el Señor: "Levántate, vete al Éufrates y recoge el cinturón que te mandé que escondieras ahí". Fui al Éufrates, escarbé y recogí el cinturón del sitio donde lo había escondido; pero el cinturón se había podrido: no servía para nada.
Entonces el Señor me habló y me dijo: "Esto dice el Señor: 'Del mismo modo haré yo que se pudra la gran soberbia de Judá y de Jerusalén. Ese pueblo malvado se ha negado a obedecerme, se porta obstinadamente, ha seguido a otros dioses para servirlos y adorarlos, y será como este cinturón, que ya no sirve para nada. Porque así como el cinturón va adherido al cuerpo, así quise llevar unidas a mí a la casa de Israel y a la casa de Judá, para que fueran mi pueblo, mi fama, mi gloria y mi honor; pero ellos no me escucharon' ". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL

Deuteronomio32, 18-19. 20-21.
R/. Abandonaron a Dios, que les dio la vida.

Abandonaron a Dios, que los creó, y olvidaron al Señor, que les dio la vida. Lo vio el Señor, y encolerizado, rechazó a sus hijos y a sus hijas. R/.
El Señor pensó: "Me les voy a esconder y voy a ver en qué acaban, porque son una generación depravada, unos hijos infieles. R/.
Ellos me han dado celos con un dios que no es Dios y me han encolerizado con sus ídolos; yo también les voy a dar celos con un pueblo que no es pueblo y los voy a encolerizar con una nación insensata". R/.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Sant 1. 18
R/. Aleluya, aleluya.

Por su propia voluntad el Padre nos engendró mediante la palabra de la verdad, para que fuéramos, en cierto modo, primicias de sus creaturas. R/.

EVANGELIO

El grano de mostaza se convierte en un arbusto y los pájaros hacen su nido en las ramas.

Del santo Evangelio según san Maleo: 13,31-35

En aquel tiempo, Jesús propuso esta otra parábola a la muchedumbre: "El Reino de los cielos es semejante a la semilla de mostaza que un hombre siembra en su huerto. Ciertamente es la más pequeña de todas las semillas, pero cuando crece, llega a ser más grande que las hortalizas y se convierte en un arbusto, de manera que los pájaros vienen y hacen su nido en las ramas".
Les dijo también otra parábola: "El Reino de los cielos se parece a un poco de levadura que tomó una mujer y la mezcló con tres medidas de harina, y toda la masa acabó por fermentar".
Jesús decía a la muchedumbre todas estas cosas con parábolas, y sin parábolas nada les decía, para que se cumpliera lo que dijo el profeta: Abriré mi boca y les hablaré con parábolas; anunciaré lo que estaba oculto desde la creación del mundo. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Tú que con este pan y este vino que te presentamos das al género humano el alimento que lo sostiene y el sacramento que lo renueva, concédenos, Señor, que nunca nos falte esta ayuda para el cuerpo y el alma. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio V para los domingos del tiempo ordinario, MR, p 516(512).

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 21, 15. 17)

Todo lo que digan y todo lo que hagan, háganlo en el nombre del Señor Jesús, dándole gracias a Dios Padre, por medio de Cristo.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Habiendo participado de esta mesa de unidad y caridad, imploramos, Señor, de tu clemencia, que, cumpliendo las labores que nos tienes encomendadas, hallemos sustento para nuestra vida terrena y edifiquemos confiadamente tu Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor.