MARTES 23
Verde De Feria, Misa Por los ministros de la Iglesia MR, p. 1107 (1099) / Lecc. II, p. 480
Otros santos: José Cafasso, presbítero; Tomás Garnet, presbítero de la Compañía de Jesús y mártir. Beata María Rafaela Cimatti. religiosa de la Congregación de Hermanas Hospitalarias de la Misericordia.
LA PUERTA ESTRECHA
2 Re 19,9-11.14-21. 31-35. 36; Mt 7,6.12-14
El breve fragmento del primer Evangelio contrasta las actitudes que el discípulo asume en la vida con una puerta angosta o ancha, según el caso. Mientras que, en la lógica de la narración, la primera de las puertas conduce a la vida, la segunda puerta conduce a la perdición. No se trata de dimensiones materiales en sentido estricto, al momento de enfrentar nuestros dilemas personales no visualizamos puerta alguna, ni ancha ni estrecha. En todo caso, logramos distinguir opciones que implican mayor o menor esfuerzo personal. En ese sentido, la invitación de Jesús que nos invita a anticiparnos a tratar con bondad a los demás implica un gran esfuerzo. Indudablemente que obrando así estamos arando en el mar porque no tenemos certeza alguna de que los demás retribuirán con la misma medida nuestro proceder.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. 1 Co 12, 4-6
Hay diferentes dones, pero el Espíritu es el mismo, hay diferentes servicios, pero el Señor es el mismo; hay diferentes actividades, pero Dios, que hace todo en todos, es el mismo.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que enseñaste a los ministros de tu Iglesia a no buscar ser servidos, sino a servir a sus hermanos, concédeles disponibilidad en la entrega, mansedumbre en el servicio y perseverancia en la oración. Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Protegeré esta ciudad y la salvaré, por ser yo quien soy y por David, mi siervo.
Del segundo libro de los Reyes: 19,9-11.14-21.31-35.36
En aquellos días, Senaquerib, rey de Asiria, envió mensajeros para decir a Ezequías: "Díganle esto a Ezequías, rey de Judá: 'Que no te engañe tu Dios, en el que confías, pensando que no será entregada Jerusalén en manos del rey de Asiria. Sabes bien que los reyes de Asiria han exterminado a todos los países, ¿y crees que sólo tú te vas a librar de mí?' ".
Ezequías tomó la carta de manos de los mensajeros y la leyó. Luego se fue al templo, y desenrollando la carta delante del Señor, hizo esta oración: "Señor, Dios de Israel, que estás sobre los querubines, tú eres el único Dios de todas las naciones del mundo, tú has hecho los
cielos y la tierra. Acerca, Señor, tus oídos y escucha; abre, Señor, tus ojos y mira. Oye las palabras con que Senaquerib te ha insultado a ti, Dios vivo. Es cierto, Señor, que los reyes de Asiria han exterminado a todas las naciones y han entregado sus dioses al fuego, porque ésos no son dioses, sino objetos de madera y de piedra, hechos por hombres, y por eso han sido aniquilados. Pero tú, Señor, Dios nuestro, sálvanos de su mano para que sepan todas las naciones que sólo tú, Señor, eres Dios".
Entonces el profeta Isaías, hijo de Amós, mandó decir a Ezequías: "Esto dice el Señor, Dios de Israel: 'He escuchado tu oración'. Ésta es la palabra que el Señor pronuncia contra Senaquerib, rey de Asiria:
'Te desprecia y se burla de ti la doncella, la ciudad de Sión; a tus espaldas se ríe de ti la ciudad de Jerusalén. De Jerusalén saldrá un pequeño grupo y del monte Sión unos sobrevivientes.
El celo del Señor de los ejércitos lo cumplirá'. Por eso, esto dice el Señor contra el rey de Asiria: 'No entrará en esta ciudad. No lanzará sus flechas contra ella.
No se le acercará con escudos ni levantará terraplenes frente a ella. Por el camino por donde vino se volverá. No entrará en esta ciudad'. Lo dice el Señor. 'La protegeré y la salvaré por ser yo quien soy y por David, mi siervo' ".
Aquella misma noche salió el ángel del Señor e hirió a ciento ochenta y cinco mil hombres en el campamento asirio. Por la mañana, al contemplar los cadáveres, Senaquerib, rey de Asiria, levantó su campamento y regresó a Nínive. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 47, 2-3ab. 3cd-4.10-11.
R/. Recordamos, Señor, tu gran amor.
Grande es el Señor y muy digno de alabanza, en la ciudad de nuestro Dios. Su monte santo, altura hermosa, es la alegría de toda la tierra. R/.
El monte Sión, en el extremo norte, es la ciudad del rey supremo. Entre sus baluartes ha surgido Dios como una fortaleza inexpugnable. R/.
Recordamos, Señor, tu gran amor en medio de tu templo. Tu renombre, Señor, y tu alabanza, llenan el mundo entero. R/.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 8, 12
R/. Aleluya, aleluya.
Yo soy la luz del mundo, dice el Señor; el que me sigue tendrá la luz de la vida. R/.
EVANGELIO
Traten a los demás como quieren que ellos los traten a ustedes.
Del santo Evangelio según san Mateo: 7, 6.12-14
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "No den a los perros las cosas santas ni echen sus perlas a los cerdos, no sea que las pisoteen y después se vuelvan contra ustedes y los despedacen. Traten a los demás como quieren que ellos los traten a ustedes. En esto se resumen la ley y los profetas.
Entren por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta y amplio el camino que conduce a la perdición, y son muchos los que entran por él. Pero ¡qué estrecha es la puerta y qué angosto el camino que conduce a la vida, y qué pocos son los que lo encuentran!".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Padre santo, cuyo Hijo quiso lavar los pies de los discípulos para darnos ejemplo, recibe los dones que te presentamos y haz que, al ofrecernos como oblación espiritual, podamos crecer en el espíritu de humildad y entrega. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Lc 12, 37
Dichosos aquellos a quienes su señor, al llegar, encuentra en vela. Yo les aseguro que se recogerá la túnica, los hará sentar a su mesa y él mismo les servirá.
ORACIÓN DESPUES DE LA COMUNIÓN
Concede, Señor, a tus siervos, fortalecidos por el alimento y la bebida celestiales, procurar tu gloria y la salvación de los creyentes, siendo siempre fieles ministros del Evangelio, de los sacramentos y de la caridad. Por Jesucristo, nuestro Señor.